El Tribunal Supremo ha fallado a favor de la banca y avala que el cliente tenga que afrontar en solitario el pago de los impuestos por la hipoteca. La cuestión enfrentaba a clientes y entidades, ya que estas últimas también son beneficiarias de que se formalice el préstamo, pero cargaban los costes al cliente en ocasiones.
El pleno de la Sala primera del Tribunal ha decidido, tras analizar dos recursos de consumidores por las cláusulas de escrituras de las hipotecas, que el cliente es quien debe pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados y el impuesto de Transmisiones Patrimoniales, por el que la hipoteca queda constituida y registrada. Así, entiende que lo debe hacer el receptor, beneficiario último del préstamo.
Fallo favorable para las entidades
En cuanto al resto de costes, el timbre por los documentos notariales va a “partes iguales” y las copias las deberá pagar quien las solicite, se recogería en el fallo, aún por publicar. De esta manera, el Supremo estima en parte los recursos, al dividir los pagos, pero no totalmente, ya que carga los costes impositivos al cliente.
La decisión se ha adelantado a las partes implicadas antes de que se redacte la sentencia, que se dará a conocer en los próximos días. En ella se arrojarán más detalles sobre la argumentación que ha seguido la instancia.
En este sentido, una sentencia contraria podría haber desatado un aluvión de demandas contra las entidades, ya que estas cargaron los costes a los clientes en ocasiones, y podrían haberlos reclamado de abrirse la oportunidad.
El fallo llega en plena recuperación del mercado
La novedad judicial llega en un momento de remontada del sector inmobiliario. La firma de hipotecas para vivienda en 2017 alcanzó su máximo desde 2011, con 310.096 préstamos constituidos. Se crece a ritmos que rozan el 10% y y ase acumulan cuatro años seguidos con incremento en el número de hipotecas.